Lo Hacemos, aplicaciones para la participación
La semana pasada asistí en Bilbao a las jornadas Lo Hacemos sobre participación ciudadana y tecnologías de Internet. Hubo aportaciones teóricas interesantes, de personas habituales en este tipo de saraos en España (Dolors Reig, Enrique Dans, Juan Freire...), y varias de ellas las ha resumido un asistente, Asier Gallastegi, en este post.
Estas aportaciones destacaron el carácter disruptivo de Internet, pero también de las resistencias que se generan. Probablemente, más que en estas discusiones teóricas, el interés de las jornadas estuvo más en algunos ejemplos prácticos que se presentaron, como un par enfocados a la comunidad escolar (Cibermanagers y Cibercorresponsales) o la iniciativa ArreglaMiCalle desarrollada por Lotura (y explicada en las jornadas por Idoia Soto), tanto como servicio que cualquier usuario pude utilizar para plantear una queja sobre los espacios urbanos, como también iniciativa de negocio que pueden usar los ayuntamientos.
Creo que ArreglaMiCalle es un ejemplo simple y práctico. La administración o los políticos pueden y deben preocuparse por canalizar la participación ciudadana en un plano amplio, con perspectiva política, social, etc... Pero si nos quedamos en la gran reflexión estratégica, corremos el riesgo de perdernos. Se puede participar un poquito en esto, y otro poquito en aquello, y cada paso pequeño es una avance en la buena dirección. ArreglaMiCalle no es una solución para la democratización definitiva de la vida municipal, pero es algo bien útil.
Otro ejemplo podría ser una pequeña aplicación hecha por CodeSyntax y La Personnalite para el Patronato de Deportes de Bilbao. Una plataforma para plantear ideas, y estas se pueden comentar y votar positiva o negativamente. Pero tanto más valor que eso es que hay un proceso establecido más allá del diseño (La Personnalite) y la programación (CodeSyntax) de la web que implica a Bilbao Kirolak en dar respuestas, de modo que se ve que las ideas llegan a algo (o, si se rechazan, por qué ocurre así).
Por otro parte, me quedo un regusto algo amargo de ver que la comunidad local vasca y euskaldun, que tiene para aportar en esto de la participación tanto como cualquier otra, permaneció mayormente invisible en el programa de las jornadas y las intervenciones de los asistentes. Miguel Del Fresno habló del riesgo de exclusión que puede afectar a grupos concretos en la periferia de los nodos dominantes de la red... Fue una ponencia estimulante, pero, a mi, personalmente, uniendo esa imagen mental a las reiteradas menciones que oímos sobre uso de las redes sociales en sitios como Túnez o Egipto, me vino a la cabeza cómo algunos no ven la periferia ni cuando la tienen encima, y sin embargo parecen enterarse de cosas que ocurren en el Mediterráneo oriental. Y eso que en los descansos y en Twitter me pareció que media sala comentaba esto y aquello en euskera; de manera inaudible e imperceptible, quizás. Y la verdad es que nuestro nodo particular, quizás periférico, no está nada desconectado ni del pensamiento más moderno y audaz, ni de las pautas de desarrollo de Internet.
